Octavo día de Novena
Aquí las oraciones del octavo día de la Novena que nos acerca el Centro Catequístico San Cayetano para compartir en este contexto de aislamiento social. El tema de las oraciones de hoy será “La vida se nos da prestada y hay que devolverla”
“La vida se nos da prestada y hay que devolverla”
Saludo inicial: Señor, bendícenos y guíanos hacia Vos. San Cayetano, enséñanos gestos de justicia y misericordia.
Hoy rezamos por la dignidad de la vida.
Pedido de perdón:
- Por nuestra falta de compromiso en la defensa del respeto y el valor al Don de la Vida.
Señor ten piedad
- Por nuestra falta de coraje y de denuncia ante los distintos atropellos que sufrimos como Nación.
Cristo ten piedad
- Por el derroche y la falta de cuidado de nuestra salud y la del prójimo.
Señor ten piedad
Reflexión: "Vida" parece ser una palabra abstracta, sin embargo es bien concreta, esencial, fundamental. La vida propiamente es aquello que vivimos todos los días, sobre todo hay momentos puntuales, como cuando nacemos o morimos, que se sellan con alegrías y sufrimientos. Hay muchas frases sencillas que se escuchan continuamente. Por ejemplo: "te voy a matar", "con mi vida hago lo que quiero" o "hacé tu vida". Pero esas frases por lo pronto revelan que no tenemos conciencia de que la vida no es nuestra sino que es un don, un regalo de Dios, de nuestros padres y como dice una canción: "la vida se nos dio prestada y hay que devolverla". Por eso, en esta época de tanto dolor por los femicidios y por la violencia diaria, tenemos que "respetar y valorar la vida".
Tenemos que vivir y aprovechar cada día, cada hora, cada minuto. Apreciar nuestro trabajo, nuestra familia y todo aquello que tenemos a nuestro alrededor. San Cayetano también respetó y valoró a aquellos cuyas vidas no eran tenidas en cuenta: moribundos, pobres, prostitutas, enfermos.
Que como San Cayetano sepamos respetar la vida de todos aquellos hermanos que Dios pone en nuestra historia personal.
Leemos el Evangelio Mateo 15, 21-28
Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón.
Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio".
Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: "Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos".
Jesús respondió: "Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel".
Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: "¡Señor, socórreme!".
Jesús le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros".
Ella respondió: "¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!".
Entonces Jesús le dijo: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!". Y en ese momento su hija quedó curada.
Intenciones:
A cada oración respondemos “Por San Cayetano, te lo pedimos Señor”
-Que este Año de la Fe despierte en los corazones de todos los católicos un sentido de renovada admiración y gratitud por el regalo de la vida humana, y una determinación renovada de proteger toda vida desde la concepción hasta la muerte natural.
Oración
Señor Jesús te damos gracias por regalarnos el don de la vida. Ayúdanos a entender que honrar la vida es ponerse de pie a pesar del dolor y de las caídas. Ayúdanos también a valorar la libertad que nos das que no es para que elijamos el mal sino para dar frutos de paz, respeto y solidaridad. Que, como tu servidor San Cayetano, podamos dignificar nuestras vidas estando al servicio de los más frágiles y necesitados con un corazón sincero. Te lo pedimos a Vos, que te hiciste uno de nosotros para sufrir y sentir lo que vivimos. Amén.
Padrenuestro
Ave María
Gloria.
Oración a San Cayetano
Dios de todo consuelo, Padre misericordioso, que ves en lo secreto y conoces nuestras necesidades, que alimentas los pájaros del cielo y vistes los lirios del campo, te pedimos, por intercesión de San Cayetano, que nos des fuerzas para arrepentirnos de nuestros pecados de modo que, viviendo en amistad con Dios y con todos nuestros hermanos, no nos falte el pan y el trabajo de cada día. Amen
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