“30 de septiembre: Día internacional del Trastorno Específico del Lenguaje.”
Un aporte de las estudiantes de 4º año de la Tecnicatura Superior en Fonoaudiología del Instituto Superior de Formación Docente y Técnico Nº 27 en el Día Internacional del Trastorno Específico del Lenguaje
Con el lenguaje, el niño adquiere una herramienta cargada de infinitas posibilidades; un arma cargada de futuro, parafraseando a Celaya. El lenguaje le permite mover el universo a su alrededor, conquistar el pasado, el futuro, e incluso, lo que no existe más que en su imaginación. Es la producción más elaborada del cerebro humano.
El trastorno específico del lenguaje o TEL se presenta como un trastorno invisible ya que en muchos casos, sobretodo, si no se acompaña de otras alteraciones en el desarrollo, el problema no se identifica hasta que las demandas, académicas y/o sociales requieren de recursos lingüísticos que no están disponibles aún.
Se trata de un trastorno muy frecuente en la población infantil, por lo cual, es muy importante el diagnóstico e intervención temprana para trabajar los aspectos del lenguaje que estén alterados y que incidirán negativamente en el desempeño social y, posteriormente, académico del niño, tanto en los aprendizajes formales de la lectura y escritura, como en el desarrollo de habilidades numéricas y matemáticas.
Por ello, se debe prestar especial atención a los signos de alarma que pueden detectarse desde etapas muy tempranas del desarrollo.
- Entre los 3 y 12 meses no emplea vocalizaciones o balbuceos con consonante y vocal por ejemplo: “mamama- papapa”.
- Hacia los 12-18 meses no aparecen las primeras palabras tales como “mamá”, “papá”, “agua”, “papa” o “pan”.
- Entre los 18 y 24 meses utiliza gestos en lugar de palabras para conseguir lo que desea.
- Se expresa con pocas palabras; posee un vocabulario reducido e inferior a 50 palabras entendibles a los 2 años.
- Usa palabras "comodín" o palabras generales en lugar de las específicas.
- Tiene dificultad para recordar y utilizar palabras que ya comprende.
- Entre los 2 y 3 años no utiliza artículos, nexos y conjugaciones de verbos.
- Se observan persistencia de defectos en la producción de los sonidos de las palabras lo cual dificulta su entendimiento.
- Entre los 4 y 5 años no habla con otros niños, es muy “tímido”, usa un lenguaje muy simple y sólo lo entiende su familia.
- Presenta dificultad para responder a preguntas con distintos encabezados: confunde “qué”, “quién”, “dónde”, “cuándo” y “por qué”
- Tiene dificultad para armar frases complejas. Usa especialmente frases cortas.
- Presenta actitud berrinchosa ante las dificultades para expresarse (no puede hacerse entender)
- Inicia menos temas de conversación y le cuesta sostener diálogos.
- En edad escolar se aprecian dificultades para seguir instrucciones, aprender rutinas, comprender consignas y juegos reglados.
A lo largo de los años se empezó a dudar del criterio de especificidad, ya que muchos niños con trastorno del lenguaje no solo tenían dificultades en este área sino que también presentaban problemas atencionales, conductuales, o en su motricidad fina, es por eso que se quitó el término de específico y desde 2016 el término TEL pasó a ser llamado Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL).
“Ya hablará”, es una frase que retumba en nuestros oídos: desde este espacio sugerimos una consulta temprana con el pediatra, neurólogo, fonoaudiólogo, a fin de detectar e intervenir oportunamente.
ALUMNAS DE 4TO AÑO DE FONOAUDIOLOGÍA.
PRACTICA PROFESIONALIZANTE INTEGRAL DE LENGUAJE INFANTIL
I.S.F.D. y T. N°27
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