María Auxiliadora
El 24 de Mayo se celebra la festividad de María Auxiliadora. Aquí una reseña que nos hace llegar Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe.

En este mes de mayo celebramos a María en sus distintas advocaciones : el día 8 Luján, el 13 Fátima, el 24, celebramos la fiesta de María Auxiliadora y se culmina con la fiesta de la Visitación de María a su prima santa Isabel. El culto a la Virgen acompañó siempre los caminos de la Iglesia. Hoy nos detenemos a contemplar a María Auxiliadora de los cristianos . ¿Cómo surge esta advocación? Viene de los primeros cristianos griegos que la llamaban Virgen María 'Boetéia', que significa “la que trae auxilio venido del cielo”.
Los diferentes papas a través de los tiempos subrayan esta protección particular de la Virgen sobre la Iglesia y la humanidad: San Pío V, después de la batalla de Lepanto, decidió instituir la fiesta del Santo Rosario, y que en las letanías de Loreto incluyeran también la invocación “María Auxiliadora”. El Papa Pío VII instituyó la fiesta de María Auxiliadora, en memoria de su retorno a Roma después de haber sido encarcelado por Napoleón Bonaparte. El Papa Juan XXIII cultivó una devoción especial a María Auxiliadora y la proclamó Patrona del Concilio con el título de “Auxilium Christianorume Auxilium Episcoporum”. San Pablo VI, en muchas circunstancias de su vida y de su pontificado, manifestó una devoción particular a María Auxiliadora. San Juan Pablo II fue a menudo a rezar a la capilla de María Auxiliadora en la iglesia de San Estanislao Kostka (Cracovia) y justo delante de esa imagen, cuando era joven, tomó la firme decisión de entrar en el seminario. El Papa Francisco siempre ha dicho que aprendió a amar a María Auxiliadora durante su infancia.
Este título de María Auxiliadora fue popularizado en la historia de la Iglesia con el desarrollo de las obras educativas y apostólicas del gran apóstol de María Auxiliadora Don Bosco en el siglo XIX. La Virgen María siempre estuvo presente en la vida de San Juan Bosco, gracias a que su madre, mamá Margarita, le inculcó ese amor y esa devoción en las oraciones y en la vida diaria. Muchas fueron las frases de este gran santo donde se perfila su profunda intimidad y confianza con la Virgen: “María ha sido siempre mi guía”. “El que pone su confianza en ella nunca quedará defraudado”. “Es imposible ir hacia Jesús si no pasas por el amor a María”. “Santa María protege a los que están en la necesidad, anima a quien ha perdido la esperanza, fortifica las debilidades, ruega por el pueblo”. “En todos los peligros yo te invoco Madre mía porque sé que eres mi escudo protector”. Unidos a Don Bosco la imploramos y celebramos.
Angélica Diez, Misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, Olavarría.
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