Gestión digital del Estado: las oportunidades de lo inevitable
Se promulgó en el mes de junio de 2018 tres leyes sobre gestión digital del Estado. Entre sus objetivos se encuentra la mejora de la eficiencia en los procesos, decisiones y estrategias. Aquí el informe.
Las leyes reemplazan el polémico mega DNU 27/18, de desburocratización y simplificación del Estado, por el cual se habían modificado 140 leyes en enero pasado y que levantó las críticas de todo el arco opositor.
Las normas fueron sancionadas por el Senado, sin debate, el 31 de mayo pasado con 52 votos a favor y 11 en contra. Una de ellas es la referida a la desburocratización de la administración pública y contempla cambios en el sistema de gestión documental electrónica, en la administración de los bienes del Estado y la Unidad de Información Financiera.
En el ámbito del sector público argentino, la mejora de la eficiencia en los procesos, en las decisiones y estrategias se está convirtiendo en un elemento central para la despapelización y simplificación de trámites ciudadanos. En la medida en que el sector público digitalice sus viejos archivos, incorpore la firma digital y aproveche el big data, impulsará el desarrollo nacional en las próximas décadas. Las ciudades se convertirán en espacios en los que la tecnología digital centrada en aplicaciones basadas en Internet y dispositivos móviles con múltiples funciones, generará un volumen ingente de datos, y el análisis en tiempo real de los diferentes sistemas facilitará la toma de decisiones.
Las oportunidades digitales son inevitables para la mejora de la calidad de vida en diferentes aspectos. El Internet de las cosas (IoT) permitirá una gestión más sostenible y un abaratamiento de los costos, que tendrán un impacto beneficioso en la movilidad, el transporte autónomo, o en ámbitos como el de la vivienda, la salud, el trabajo, la minería, la energía, el comercio exterior y la producción de alimentos.
Desde los inicios del "Centro de Gestión Digital del CEDyAT" buscamos innovar en el relacionamiento entre la ciudadanía y el Estado, investigando en nuevas tecnologías, participando en proyectos piloto y promoviendo la adopción de las mismas entre todos los actores para el desarrollo del acceso al Gobierno Digital y a la Sociedad de la Información como un derecho ciudadano, colaborando en el posicionamiento de la Argentina como un referente en la materia para el Cono Sur.
En el país, por ejemplo, se deben acelerar la implementación de los sistemas de información sanitaria (SIS), que se organizan en conjuntos de elementos que interactúan para procesar los datos y la información de salud de las personas, con el objetivo de realizar un intercambio eficiente de información entre los actores del sistema de Salud, buscando optimizar la toma de decisiones en todos los niveles (atención, planificación, gestión, etc.). Uno de estos elementos es la Historia Clínica Electrónica (HCE). Dado que las historias clínicas en papel cuentan con múltiples limitaciones: problemas de accesibilidad, organización deficiente de la información, problemas de legibilidad, información incompleta y fragmentada, redundancia, problemas de seguridad y dificultad para reutilizar los datos, entre otros.
Implementar una HCE incluye muchas más funcionalidades que la mera informatización del registro médico y va más allá de una simple aplicación de computadoras: representa una cuidadosa integración de sistemas que requieren una significativa inversión de tiempo, dinero, cambio de procesos y reingeniería del factor humano. Existen múltiples experiencias de informatización de historias clínicas en el ámbito nacional siendo la más documentada y evaluada la del Hospital Italiano de Buenos Aires, que además logró acreditación internacional. Otras experiencias a tener en cuenta son Hospital Alemán (CABA), Sanatorio Finochietto (CABA), Hospital Austral (Pilar, Buenos Aires), Hospital El Cruce (Florencio Varela, Buenos Aires), Hospital Madariaga (Posadas, Misiones), Hospital Privado de Córdoba (Córdoba, Córdoba). A nivel público a gran escala cabe destacar las iniciativas de la provincia de Tucumán y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ahora también deberán modernizarse las Obras Sociales de los diferentes sectores para estar a la altura de las necesidades del siglo XXI dado que cuentan con el aval del Decreto 554/2018 porque es necesario promover el desarrollo de sistemas de información interoperables para los Agentes del Seguro de Salud que permitan implementar registros electrónicos clínicos y administrativos con el objeto de monitorear y evaluar periódicamente indicadores y metas de desempeño financiero, acceso y calidad de las prestaciones, así como la satisfacción de los beneficiarios con la prestación de servicios.
Otro caso, son las smart cities -ciudades inteligentes- combinan las nuevas tecnologías y la planificación urbana con el fin de atender con mayor eficiencia las necesidades de sus habitantes, a la vez que utiliza menores recursos financieros y humanos. Se trata de ciudades que gestionan su tránsito vehicular en tiempo real según lo requieran, o localidades que manejan softwares capaces de analizar todas las imágenes registradas por sus cámaras de seguridad para identificar hechos inusuales y actuar de inmediato, alertas tempranas de inundacione, entre muchas otras. El CEDyAT colaboró con el Municipio de La Plata para el diseño y puesta en marcha de una red hidrometeorológica cuyos datos se incluyeron en el actual proyecto de smart cities.
Además, resulta altamente positivo el desarrollo de cursos capacitación y formación profesional para la modernización del Estado donde, desde el CEDyAT, se propone reflexionar sobre el proceso de cambio organizacional en el ecosistema de la Administración Pública a partir del desarrollo e impulso del Gobierno Digital. Recurriendo a la prospectiva, imaginamos el resultado de los cambios en curso para los próximos 10 años, analizamos su impacto en las organizaciones y visualizamos las agendas que deberemos poner en marcha para armonizar la transformación digital con los objetivos de eficiencia gubernamental y construcción de ciudadanía.
Fuente Muniboletín - Por Fabián Rouco
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