Duras críticas del Papa Francisco a la generalización planes sociales
El Papa Francisco estuvo presente en el Coloquio de IDEA, a través de un mensaje grabado desde Santa Marta, y se refirió a la dignidad del trabajo haciendo hincapié en que los subsidios solo pueden ser una ayuda transitoria.
El mensaje fue emitido durante la segunda jornada de un evento que año tras año reúne a las principales figuras del empresariado nacional, la dirigencia política y analistas de primera línea especializados en distintas materias.
En medio de un profundo debate local por la pobreza, la falta de trabajo y una emisión monetaria que aterra por el impacto inflacionario en las calles, pero con lo que el oficialismo intenta dar vuelta el resultado de las PASO, el Sumo Pontífice disparó mirando a cámara:
“No me cansaré de referirme a la dignidad del trabajo. Lo que da dignidad es el trabajo. El que no tiene trabajo siente que le falta algo; le falta esa dignidad que da propiamente el trabajo, que unge de dignidad”
También apuntó contra quienes intentan colocarlo en algún lugar de la grieta:
“Algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo: que propongo una vida sin esfuerzo o que desprecio la cultura del trabajo. Imagínense si se puede decir eso de un descendiente de piamonteses, que no vinieron al país con ganas de ser mantenidos sino con un enorme deseo de arremangarse para construir un futuro para su familia. Es curioso: los migrantes no ponían la plata en el banco sino que en ladrillos y terrenos. Lo primero, la casa. Miraban hacia adelante y la familia. Inversión de familia”
A su vez, saludó a los empresarios:
"Quiero saludar el espacio de diálogo que se han propuesto la Fundación IDEA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular.
Deseo, de corazón, que sea un momento de verdadero intercambio que pueda recoger el aporte innovador de los empresarios y de los traba jadores que luchan por su dignidad y pos sus familias.
Varias veces me he referido a la noble vocación del empresario que busca, con creatividad, producir riqueza y diversificar la producción haciendo posible, al mismo tiempo, la generación de puestos de trabajo".
En este sentido, Bergoglio cargó muy duro contra los subsidios que lanzó el Gobierno: "El trabajo expresa y alimenta la dignidad del ser humano; le permite desarrollar las capacidades que Dios le regaló; le ayuda a tejer relaciones de intercambio y ayuda mutua, le permite sentirse colaborador de Dios para cuidar y desarrollar este mundo; le hace sentirse útil a la sociedad y solidario con sus seres queridos. Por eso, el trabajo, más allá de los cansancios y dificultades, es el camino de maduración y de realización de la persona que da alas a mejores sueños".
Siendo esto así, queda claro que los subsidios solo pueden ser una ayuda provisoria. No se puede vivir de subsidios. El gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y el ingenio
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